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La respiración del animal se constata observando su pecho. Lo normal se ubica entre 20 y 30 respiraciones por minuto. Después de un accidente es fácil que este ritmo aumente. Una respiración corta, seguida de espiración forzada, puede significar que el diafragma está lesionado. Si el perro está inconsciente debe enderezársele el cuello, abrirle la boca, extraer cualquier resto que haya dentro y con suavidad sacarle la lengua, especialmente a las razas de cara plana, ya que la lengua puede obstruir la respiración del perro.
El pulso del perro se mide en la parte interna de las patas traseras. Los latidos del corazón se notan presionando firmemente el pecho, detrás de la paletilla. El ritmo cardiaco de los perros grandes oscila entre las 50 y 90 pulsaciones por minutos, mientras que los pequeños alcanzan las 150 pulsaciones.
El pulso del perro se mide en la parte interna de las patas traseras. Los latidos del corazón se notan presionando firmemente el pecho, detrás de la paletilla. El ritmo cardiaco de los perros grandes oscila entre las 50 y 90 pulsaciones por minutos, mientras que los pequeños alcanzan las 150 pulsaciones.